Apple eliminó el soporte para iPados 26 en el iPad de séptimo generación principalmente debido a las limitaciones de edad y hardware del dispositivo, específicamente su uso del chip Apple A10. A pesar del lanzamiento del iPad de la séptima generación en 2019, se ejecuta en el Apple A10 SoC, que es un procesador ligeramente más antiguo introducido en 2017. Ipados 26 requiere un mínimo de un procesador A12 o posterior para la compatibilidad, lo que significa que el iPad de la 7ª generación no cumple con este requisito de referencia.
Las decisiones de Apple de suspender el soporte de software para ciertos dispositivos generalmente giran en torno a garantizar que el nuevo sistema operativo ejecute de manera eficiente y pueda admitir las últimas características sin ser obstaculizadas por un hardware más antiguo y menos potente. Ipados 26 introduce un nuevo lenguaje de diseño significativo llamado Vidrio Líquido, que presenta representación en tiempo real, reflexión de luz dinámica y efectos de translucidez complejos que requieren una potencia de procesamiento sustancial. Estas características son mejor compatibles con los procesadores más nuevos a partir del chip A12 y más allá, incluidos los modelos integrados con el motor neural de Apple y los chips de generación posterior.
Si bien Apple no expone públicamente razones detalladas para eliminar el soporte para dispositivos individuales, la necesidad de proporcionar una experiencia de usuario suave y optimizada y mantener los estándares de seguridad y rendimiento en sus dispositivos influye fuertemente en estas decisiones. El chip A10 en el iPad de séptimo generación no puede admitir completamente las demandas gráficas y computacionales del nuevo diseño de iPados 26 y la funcionalidad avanzada, lo que lleva a Apple a excluir este modelo de la actualización.
Esta versión de iPados también cambia ligeramente la estrategia de actualización de Apple, marcando la primera vez que el soporte se eliminó específicamente para el iPad de séptimo generación con la pantalla de 10.2 pulgadas, lo que lo convierte en el único modelo de iPad excluido este año. El movimiento se alinea con una tendencia más amplia en la que Apple fase hardware más antiguo que carece de los componentes necesarios para las características del sistema operativo más nuevas, centrando el soporte en dispositivos con chips más recientes capaces de manejar tareas de computación avanzadas, incluidos Apple M1, A17 Pro y procesadores posteriores.
Funcionalmente, el iPad de séptima generación ya no recibirá nuevas características o mejoras del sistema introducidas en iPados 26. Sin embargo, Apple generalmente continúa proporcionando actualizaciones de seguridad por un tiempo limitado después de que un dispositivo se elimina de las principales actualizaciones del sistema operativo, aunque estos no están garantizados más allá de cierto límite. Los usuarios del iPad de séptimo generación aún pueden usar el dispositivo con iPados 18 y beneficiarse de las aplicaciones existentes, pero se perderán el nuevo diseño y las características de iPados 26 y actualizaciones de software potencialmente futuras.
En resumen, el soporte de iPados 26 de Apple para el iPad de séptimo generación es el resultado de su procesador A10 de Apple A10 anticuado, que no puede admitir eficientemente las características avanzadas y los requisitos de rendimiento del nuevo sistema operativo, lo que refleja la práctica típica de Apple de garantizar que el último software se ejecute sin problemas y de hardware más nuevo y más capaz.