Practicar la respiración de caja puede ofrecer numerosos beneficios para el bienestar mental, pero también conlleva riesgos y efectos secundarios potenciales, especialmente si no se realiza correctamente. Estas son las consideraciones clave:
Riesgos potenciales y efectos secundarios
1. Mareos y aturdimiento: Uno de los efectos secundarios más comunes de la respiración en caja es el mareo, que puede ocurrir si la técnica provoca hiperventilación o patrones de respiración inadecuados. Esto sucede cuando hay un desequilibrio en los niveles de dióxido de carbono en la sangre debido a una respiración rápida o profunda[1][2].
2. Sensaciones de hormigueo: algunas personas pueden experimentar sensaciones de hormigueo en las extremidades o en la cara durante o después de la práctica, lo que puede ser el resultado de cambios en los niveles de oxígeno en la sangre[1][2].
3. Dificultad para respirar: aunque la respiración en caja tiene como objetivo promover la relajación, una ejecución inadecuada puede provocar sensación de dificultad para respirar, especialmente si uno contiene la respiración durante demasiado tiempo o respira con demasiada fuerza[1][2].
4. Náuseas y alergias: En algunos casos, los profesionales han informado náuseas o reacciones alérgicas, especialmente si tienen afecciones preexistentes que afectan su función respiratoria[4].
5. Aumento de la ansiedad: Para algunas personas, especialmente aquellas con trastornos de ansiedad, centrarse en el control de la respiración puede aumentar inadvertidamente los sentimientos de ansiedad en lugar de aliviarlos. Es importante tener esto en cuenta para aquellos que pueden ser sensibles a las técnicas de respiración [3] [6].
¿Quién debe tener precaución?
Ciertos grupos deben tener especial cuidado al practicar la respiración de caja:
- Personas con problemas respiratorios: es posible que las personas con asma o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) deban evitar esta técnica sin orientación médica.
- Mujeres embarazadas: las personas embarazadas deben consultar con un proveedor de atención médica antes de realizar la respiración en caja debido a los riesgos potenciales asociados con contener la respiración[3].
- Personas con enfermedades cardíacas: las personas con problemas cardíacos graves deben buscar consejo médico antes de comenzar cualquier práctica de respiración, ya que pueden afectar la frecuencia cardíaca y la presión arterial[2].
- Aquellos con antecedentes de convulsiones: ciertas técnicas de respiración pueden desencadenar convulsiones en personas susceptibles debido a las fluctuaciones en los niveles de oxígeno[2].
Recomendaciones de prácticas seguras
Para minimizar los riesgos al practicar la respiración de caja:
- Comience lentamente: comience con duraciones más cortas para cada fase del ciclo respiratorio y aumente gradualmente a medida que mejora la comodidad.
- Escucha a tu cuerpo: presta atención a cómo te sientes durante la práctica; Si siente molestias, deténgase inmediatamente y vuelva a respirar normalmente.
- Practica en una posición cómoda: Asegúrate de estar sentado o acostado cómodamente para apoyar tu cuerpo durante el ejercicio[1][3].
En resumen, si bien la respiración en caja puede ser una práctica beneficiosa para muchos, es esencial abordarla con atención y ser conscientes de los posibles efectos secundarios y riesgos asociados con una técnica inadecuada.
Citas:[1] https://arctic-warriors.com/blogs/news/box-breathing-techniques-benefits-for-mental-well-being
[2] https://www.othership.us/resources/breathwork-side-effects
[3] https://www.medicalnewstoday.com/articles/321805
[4] https://medic.upm.edu.my/upload/dokumen/2023100415480929_2023-0094.pdf
[5] https://www.healthline.com/health/holding-your-breath
[6] https://www.verywellhealth.com/box-breathing-8423967